*Había una vez, un guerrero llamado Admes. Admes era como un gurrero que iba a la guerra y a veces venia herido o intacto. El tenía una familia, su familia siempre era su amuleto de la buena suerte. Cada vez que él iba a la guerra pedía para que no le pase nada a su familia. El también siempre confiaba en que el dios Ares lo salvaría y ganarían. Ares, hijo de Zeus y Hera, es el dios de la guerra, combatividad y la crueldad, a Ares se le representa como un temible guerrero con escudo y casco. Admes, cuando estaba con su familia le llego un mensaje diciendo que los guerreros debían ir a la guerra.
Admes vivía en Tebas, era un lugar de desastres, habían todo tipo de monstruos mitológicos, cuando estaba con su ejército, que estaba recién llegando al campo de batalla, vio que su los enemigos los superaban en número, entonces, trato de contener la calma, cuando la palea empezó, el fue después de los otros, tenía un poco de miedo, pero al recordar que luchaba para proteger a su familia se fue corriendo hacia los enemigos.
Cuando chocaron los soldados, empezó la carnicería. La mayoría de los soldados del bando de Admes, fueron masacrados, mientras que también una buena cantidad de los enemigos fueron derrotados. Cuando él estaba en la pelea, él quería llegar donde un tipo que estaba matando a todos. Pero, siempre se le venían más y más enemigos. Cuando derroto a unos 20, por fin pudo ir contra uno de los más fuertes. Cuando empezó a pelear con el enemigo, le resultaba difícil hacerle daño, ya que tenia, un buen y fuerte escudo y una gran espada filosa, mientras que Admes tenía un escudo común y una espada normal, cuando peleo estaba cansado el enemigo aprovecho la situación tirándole su espada al piso y dándole en las piernas.
Fue entonces donde empezó a alucinar, viendo su casa en su imaginación, vio a sus hijos llorando con su esposa, ya que él había muerto en la guerra, al ver eso él le pidió a Ares, dios de la guerra, que le diera el poder, la fuerza y la valentía, Cuando el dios Ares holló esa suplica su corazón se ablando y por primera vez, accedió a su suplica. Fue de inmediato hacia el lugar de guerra y fue a entregarle una parte de su poder.
Cuando Admes, sintió que el poder pasaba por sus venas, se levanto como si no le hubiera pasado nada. Cuando los enemigos lo vieron, se quedaron sorprendidos, sobretodo porque le dieron a Admes en las piernas. Cuando se levanto empezó a atacar a todos los oponentes, de un espadazo, derribo como a 4 enemigos, algunos se quedaron paralizados, algunos corrieron. Admes también se dio cuenta que su velocidad se había mejorado, ahora era mucho más rápido. Los de su bando habían recuperado la confianza de ganar mientras los enemigos habían conseguido el miedo de morir. Cuando el capitán del ejército enemigo se dio cuenta de la situación, fue de inmediato con su espada y su escudo a pelear con Admes.
Entonces, Admes se dio cuenta que el capitán de los enemigos venia por él, el tomo su espada y también fue contra él, cuando sus espadas chocaron, se soltó un combate increíble. Después de un intenso combate el capitán de los enemigos estaba muy cansado, Admes preparaba el espadazo final, pero para su mala suerte vinieron los otros soldados a defender a su capitán. Entonces cuando Admes se enojo se vio como un tipo de espíritu alrededor suyo, era el dios Ares, era como si Admes hubiera puesto al dios de su parte. Cuando los soldados lo vieron se quedaron impactados. Entonces Admes les dio con la espada y cuando llego de nuevo al capitán, el capitán le dijo: “¿Quién eres tú?”, y le respondió: “yo soy Admes, guerrero de Tebas”, y le corto por la mitad al capitán. Al ver tal barbaridad los soldados se fueron corriendo en retirada. Cuando dijeron los enemigos retirada, Admes y sus compañeros guerreros celebraron por la victoria.
Al final Admes regreso con su familia. Fue entonces cuando vio a Ares en el cielo y le dijo: “Gracias”.
Autor: Luis Miguel Aguilar
Grado: 2°C
N°3
*(no se pudo poner las imágenes en este trabajo, por una sobrecarga del sistema)
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