Lander y la Contaminación Global - Andrés Bustamante Cayo

Hace muchos años, en Grecia, el hermoso, orgulloso y guerrero semidios Hércules, caminaba cerca de una gran colina. Había un extraño silencio por donde pasaba, cuando de repente, se escuchó el llanto de un bebé. No hizo caso y siguió con su camino. Nuevamente el niño volvió a llorar. Hércules, que estaba un poco cansado y malhumorado, fue al lugar donde provenía el llanto, para saber que había pasado.

Descubrió que el llanto provenía de la colina. Hércules fue al lugar de los hechos, pero sólo encontró al bebé en el suelo llorando, y mirándolo, como pidiéndole ayuda. Hércules se apiadó del pequeño, y lo cargó. Sin embargo, apareció un león y mordió a Hércules. Éste cayó al suelo con una profunda herida. El león dejó a entender que quería al niño como alimento. Hércules atacó al león dejando al animal muerto, no sin antes, arañar al bebé. Luego, el héroe decide adoptar al niño y lo llama Lander, que significa “hombre del león”.

Después de algunos años, los demás dioses descubrieron que Lander era un semidios al igual que Hércules, sin embargo no había pistas de quienes pudieron ser sus padres. Zeus, el dios supremo, se dio cuenta que el niño no mostraba las características que usualmente un semidios tiene: características que lo diferencian de los mortales. Zeus pensó que sólo era cuestión de tiempo para que se muestren sus poderes ocultos.

Lander era alguien curioso, inteligente, valiente, astuto y benévolo, así como también rencoroso, impaciente y temperamental. Era alto y musculoso, considerado hermoso, con cabello rubio, tez blanca y una cicatriz en la espalda de un rasguño. Lander creció al lado de su padre adoptivo. No tuvo madre y no tenía muchos amigos.

Un día, Lander encontró en un bosque a Hércules en el suelo con sangre a su alrededor y agonizando. Lander se acercó rápidamente donde él, llorando. Hércules le dijo que su hora ya había llegado, y que recuerde que él siempre iba a estar a su lado, y que pronto será alguien poderoso y respetable. Hércules murió. Lander escuchó una voz que dijo que no se sabía quien era el responsable de su muerte, pero que pronto se conocería. Lander le contestó con un comentario desagradable porque estaba muy enfadado. Pero, la persona que había hablado era el dios Ares, que se sintió muy ofendido y lo convierte en mortal y le borra la memoria, salvo su nombre.

Años después, Lander se encontraba en la tierra de los mortales. Una pareja de ancianos le dieron hogar y había hecho una nueva vida. Todo iba normal, hasta que Lander se cae y se golpea fuertemente la cabeza. Pronto, empieza a recordar todo. No obstante, no podía retornar al. Poco a poco se da cuenta que, de alguna manera, tenía una gran fuerza y energía como Hércules. Él toma conciencia de lo que pasaba con los mortales y en honor a su padre, decide salvar a la humanidad mortal.

Comenzó con problemas pequeños como robos. Después fue a ayudar contra la injusticia y hasta interfiere en los asuntos políticos. También hacía que guerras acaben y los estados estén en paz. Lander se hizo famoso, pero no estaba satisfecho. Decidió hacer algo mejor para la humanidad y el mundo entero. Entonces, tuvo en mente la idea de combatir a la contaminación global, que era algo que sí o sí iba a suceder, pero se podría hacer que ocurra en más tiempo.

Lander se ofreció a ayudar de distintas maneras y por fin salieron a la luz sus verdaderos poderes. De sus manos salían rayos que permitían purificar el mar y el aire. Además pudo restaurar parte de la capa de ozono. También por medio de estos rayos, la basura era convertida en gases que ayudaba a la atmósfera. Inventó un combustible especial a partir de desechos, que reemplazó al convencional. Hizo muchas cosas. Éstos son simplemente algunas cosas que hizo. Desde el Inframundo, Hércules le otorga la inmortalidad, y le ofrecen volver al Olimpo, sin embargo, Lander decide quedarse para seguir ayudando. Al igual que Lander, personas contribuían a cuidar el medio ambiente de otra manera, dándole al planeta un respiro más.